20-02-2019
A la H. Cámara de Senadores
A la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República
A la Opinión pública
La Sociedad Matemática Mexicana ha recibido con gran preocupación por su grave impacto para el futuro de la ciencia en México, la iniciativa de Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías y las modificaciones propuestas en ella a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, presentada el viernes 8 de febrero al pleno del Senado por la legisladora Ana Lilia Rivera Rivera del grupo parlamentario de Morena.
Los cambios que se proponen son de gran envergadura y, en caso de aprobarse, afectarían de forma negativa la actividad científica del país, al eliminar todas las instancias actualmente existentes (Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Consejo Consultivo de Ciencias, Coordinación de Ciencia Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia, Conferencia Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación y Comité Intersectorial para la Innovación), que de manera incluyente, colegiada y democrática, han permitido debatir, coordinar e impulsar la política científica de México.
De la misma manera, los cambios propuestos en la iniciativa también afectarían de forma muy importante a los Centros Públicos de Investigación al concentrar la toma de decisiones académicas y de líneas de investigación en un solo funcionario público y en una Junta de Gobierno integrada exclusivamente por representantes del Gobierno Federal. Esta estructura vertical y unilateral no está compensada en la propuesta por mecanismos que permitan la participación de expertos y de las propias comunidades involucradas en la definición del rumbo de sus actividades sustantivas, propiciando así decisiones unilaterales, opacas y alejadas de las necesidades científicas y tecnológicas del país.
La propuesta de la senadora Rivera es un retroceso desde cualquier punto de vista: histórico, democrático, científico, humanístico y político. El avance en la ciencia debe partir de un punto central: la libertad para investigar con responsabilidad social y la mirada puesta en las necesidades de nuestra gente. Desde luego cada gobierno puede y debe tener sus prioridades y enfoques para lograr esta aspiración común, pero son eso, prioridades no mandatos decididos unilateralmente.
Una nueva ley de ciencia y tecnología debe incrementar, propiciar y mejorar la toma transversal de decisiones incluyendo en ella a universidades, agrupaciones científicas, investigadores, representantes de los sectores productivos e incluso de los gobiernos estatales. No incluirlos es un atentado contra la democracia, el bien común y la actividad científica en cualquier país moderno. Excluirlos da lugar a leyes arbitrarias y a modelos autoritarios que parten de la ignorancia, favorecen a grupos políticos y no aciertan siquiera a definir los problemas nacionales; no favorecen a la ciencia, la cultura, las humanidades, la innovación que necesita México.
Además de sus preocupantes contenidos, no se conocen el origen ni los autores de la iniciativa presentada por la Senadora Rivera ya que nunca se consultó en algún foro público a las comunidades científicas o académicas de nuestro país.
Por lo anterior, exhortamos al Poder Legislativo a convocar a una amplia y responsable discusión en la que se considere de manera fundamental a la comunidad e instituciones científicas de México y así conformar la nueva Ley de ciencia y tecnología moderna, incluyente, transversal e informada que merece la Nación.
Atentamente
Junta Directiva de la Sociedad Matemática Mexicana 2018-2020